viernes, 15 de febrero de 2008

C A T E D R A L, de Carver



Estamos dibujando una Catedral.....

“Pienso que es bueno que en un relato haya un leve aire de amenaza...Debe haber tensión, una sensación de que algo es inminente.”
Carver


Su tonalidad es muy seca para mi gusto, pero su gravedad lacónica está abarrotada de sabiduría, respuesta a la medida del hombre de hoy, tal vez. Este narrador se mete con un ser a la deriva, con un sujeto profundamente solitario, abandonado a sus ideas, alienado por las devastadoras obligaciones de su clase social, con un individuo que está obligado a cumplir rutinariamente los avatares estrictos de la sociedad. Y se encuentra de frente con las reflexiones nada triviales de Raymond Carver. Es su modo irreverente de decirle a uno que lo piense mejor, que profundice una determinada situación, que no se pierda en su vacua ilusión.

En “Catedral” tenemos un ciego, una mujer, el esposo de la mujer, una mesa servida, whisky, cigarros, un televisor, un sofá nuevo, la alfombra, y una bolsa de papel que hace las veces de base para dibujar una figura. Esto parece una obra de teatro actual donde casi se puede escuchar el eco de un espacio vacío. Sin embargo Carver le está echando en cara a uno, y de una manera contundente, la historia de un hombre sin ojos que está viendo.

Eurídice Zamora

1 comentario:

david santos dijo...

Hola, el lector!
Muchas gracias por tu postagene. Es una maravilha.

Tien un buen fin de semana