martes, 9 de febrero de 2010

Lo que ocurrió fue que me di cuenta de que todo ese mundo de La Habana de noche, todo lo que se narra en Tres Tristes Tigres, iba a desaparecer a la corta o a la larga, y sin tener testigos, sin tener nadie que lo describiera. Era una realidad muy rica como para dejarla desaparecer de esa manera.
G.C. Infante

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