Lo que ocurrió fue que me di cuenta de que todo ese mundo de La Habana de noche, todo lo que se narra en Tres Tristes Tigres, iba a desaparecer a la corta o a la larga, y sin tener testigos, sin tener nadie que lo describiera. Era una realidad muy rica como para dejarla desaparecer de esa manera.
G.C. Infante
No hay comentarios:
Publicar un comentario